- The Startup Eye
- Posts
- 🦄 El FALSO PROGESO en startups
🦄 El FALSO PROGESO en startups
Por qué estar ocupado puede ser la forma más elegante de no avanzar
Lunes. 08:57.
Entras al Slack y lo primero que ves es una fiesta de emojis en el canal de producto.
“¡Feature shipping!”
“¡Nueva landing!”
“¡10.000 usuarios registrados!”
“¡Reunión con partner estratégico confirmada!”
Te sientas. Abres el dashboard. Te tomas el café.
Y, por un segundo, sientes alivio.
Porque hay movimiento. Hay señales. Hay vida.
Pero luego aparece esa sensación que casi nadie dice en voz alta:
Si mañana paramos una semana… ¿estamos realmente peor?
Si esa pregunta te incomoda, no es porque seas pesimista.
Es porque has tocado el nervio: falso progreso.

Patrocinador de hoy:
Gracias a este patrocinio, podemos seguir enviándote contenido gratuito cada día.
Solo con hacer clic aquí ya estás apoyando muchísimo a The Startup Eye.
No tienes que pagar nada. Solo haces CLIC y listo.
Don’t get SaaD. Get Rippling.
Remember when software made business simpler?
Today, the average company runs 100+ apps—each with its own logins, data, and headaches. HR can’t find employee info. IT fights security blind spots. Finance reconciles numbers instead of planning growth.
Our State of Software Sprawl report reveals the true cost of “Software as a Disservice” (SaaD)—and how much time, money, and sanity it’s draining from your teams.
The future of work is unified. Don’t get SaaD. Get Rippling.

El problema no es que no trabajéis. Es que trabajáis en lo que anestesia.
La mayoría de startups no mueren por falta de esfuerzo.
Mueren por algo más perverso: estar muy ocupadas en cosas que no cambian el destino de la empresa.
El falso progreso es ese tipo de avance que:
Reduce la ansiedad del equipo (por fin “se hace algo”).
No reduce el riesgo existencial (seguiréis igual de cerca —o de lejos— de sobrevivir).
Y lo peor: el falso progreso es adictivo.
Porque se siente como control.
Aunque sea solo ruido.
Una historia corta
Un founder me contó una vez algo que se repite demasiado.
Cada viernes hacía una review con su equipo. Checklist perfecto:
6 tickets cerrados.
2 integraciones nuevas.
Nuevo “partnership” con una marca conocida.
20% más de visitas a la web.
Todo subía.
Pero había un problema: nadie sabía decir por qué los usuarios se iban.
Churn alto, renovaciones flojas, soporte llenísimo… y aun así cada semana era “productividad”.
Al final, la empresa no cayó por un golpe.
Cayó por acumulación de semanas con “avance” que no movía la aguja.
Progreso real vs progreso que solo tranquiliza
Voy a ser brutalmente práctico.
Progreso real es lo que reduce al menos una de estas cosas:
Riesgo de no tener mercado.
Riesgo de no poder vender de forma repetible.
Riesgo de que el producto no retenga.
Riesgo de depender de una persona o un cliente.
Riesgo de quedarte sin caja antes de acertar.
Todo lo demás es sospechoso.
No inútil. Pero sospechoso.
Ahora vamos al núcleo: las 5 formas más comunes de falso progreso.
1) Métricas que crecen, pero no importan
El clásico.
“Registrados suben.”
“Tráfico sube.”
“Seguidores suben.”
“Descargas suben.”
Y tú piensas: vamos bien.
La pregunta que lo desmonta es simple:
Si esa métrica desaparece mañana, ¿la empresa está objetivamente peor?
Si cae el tráfico, pero la conversión y la retención eran malas… ¿qué cambia?
Si suben los registrados, pero no se activan… ¿qué has ganado?
Si crece el MRR, pero es a base de descuentos y servicios manuales… ¿qué has construido?
Una métrica útil no es la que sube.
Es la que, si cae, os mata.
2) Roadmap lleno, aprendizaje vacío
Aquí es donde muchas startups se autoengañan con elegancia.
Feature tras feature.
Todo parece progreso porque “se entrega”.
Pero la entrega sin aprendizaje es solo un inventario de cosas que mantener.
Señales claras de que estáis en esta trampa:
No hay hipótesis explícita detrás de una feature.
No hay métrica de éxito definida antes de lanzar.
Tras publicar, no hay decisión: ni duplicáis lo que funciona ni cortáis lo que no.
El síntoma definitivo:
Sois incapaces de decir qué habéis aprendido en los últimos 30 días que cambie una decisión importante.
Si no cambia decisiones, no es aprendizaje.
Si no es aprendizaje, lo más probable es que no sea progreso.
3) “Ventas” que no crean señal de mercado
Facturar es bueno. Obvio.
Pero hay facturación que te hace fuerte y facturación que te hace ciego.
La peligrosa suele venir de:
Deals “a medida” que no se repiten.
Mucho servicio escondido dentro de “producto”.
Un founder cerrando todo por relación personal.
Descuentos que no se sostienen en un precio normal.
La prueba es incómoda, por eso funciona:
¿Ese cliente pagaría lo mismo si tú desapareces del proceso?
Si la respuesta es “no”, eso no es tracción.
Es dependencia.
Y la dependencia es una deuda que se paga con intereses.
4) Contratar como sustituto de claridad
Esto es más común de lo que parece.
Cuando hay caos, el cerebro busca una solución visible: “metamos a alguien”.
A veces funciona. Muchas veces, no.
Señales de contratación placebo:
Entra gente y los cuellos de botella siguen igual.
No podéis explicar qué desbloqueó la última contratación.
Se contrata para “ordenar” lo que nadie ha definido.
La regla aquí es simple:
Si no puedes describir el problema con precisión, contratar solo amplifica el desorden.
Más manos no arreglan falta de dirección.
5) Reuniones, “partners” y el teatro del interés
“Estamos hablando con…”
Esa frase ha matado más startups que la competencia.
Porque transforma el potencial en una realidad emocional.
Y con eso ya te calmas.
La regla profesional es esta:
Si no hay compromiso irreversible, no hay progreso.
Compromiso irreversible es:
Un pago.
Un contrato.
Un piloto con fecha de decisión y criterios cerrados.
Un acuerdo que te obliga a entregar algo con consecuencias.
Lo demás son conversaciones.
Y las conversaciones, por sí solas, no pagan nóminas.
El coste real del falso progreso
No es “perder tiempo”.
Es peor.
Es perder urgencia.
El falso progreso te roba la incomodidad que te obliga a tomar decisiones difíciles:
cortar features
subir precios
redefinir ICP
cambiar canal
cerrar un producto
decir “no” a un cliente grande que te distorsiona
La actividad tranquiliza.
El progreso real incomoda.
El test de 5 preguntas (si falláis 3, estáis anestesiándoos)
Hacedlo hoy. No mañana.
¿Qué riesgo concreto hemos reducido este mes? (mercado, ventas repetibles, retención, caja…)
¿Qué decisión irreversible tomamos gracias a nuevos datos?
¿Qué métrica, si cae, nos mata… y qué hemos hecho para protegerla?
¿Qué hemos descartado conscientemente? (features, canal, ICP, pricing…)
¿Qué parte de la startup funcionaría 30 días sin el founder?
Si no podéis responder con claridad a 3 de 5:
No estáis avanzando.
Estáis produciendo ruido.
Cómo convertir actividad en progreso
No os doy “10 hacks”. Os doy un filtro.
Antes de hacer cualquier cosa esta semana, ponedle esta etiqueta:
¿Esto reduce un riesgo existencial o solo me hace sentir productivo?
Si reduce riesgo, adelante.
Si solo tranquiliza, guardadlo en una lista de “nice to have” y seguid.
Porque en startups, lo importante no es hacer más.
Es hacer lo que cambia el resultado.
Comparte The Startup Eye para acceder a contenido exclusivo
Actualmente tienes 0 referidos, solo te quedan 1 para conseguir acceso a las Herramientas TOP.
O copia y pega este enlace a otros: https://thestartupeye.com/subscribe?ref=PLACEHOLDER
Gracias por leer
Alek.


Reply